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domingo, 20 de mayo de 2012

Un ejemplo de rehabilitación y sostenibilidad: la torre Bois-le-Pêtre (París)

Torre Bois-le-Pêtre

No es ningún secreto que la crisis ha golpeado con fuerza el mundo de la construcción, ensañándose especialmente con la obra nueva (1). Por otra parte, se estima que podría haber un 20% de viviendas vacías (2) lo que no augura una pronta recuperación del sector.Si unimos esto al agotamiento de los recursos naturales y a la necesidad de ahorro de los hogares españoles, es fácil llegar a la conclusión de que la rehabilitación energética se ha convertido en una alternativa muy interesante.

El concepto "rehabilitación energética" es algo nuevo. Inmersos en plena burbuja inmobiliaria, en los últimos años era más rentable construir que rehabilitar y, en cualquier caso, rehabilitar se reducía a reparar los edificios envejecidos para alargar su vida útil y recuperar su funcionalidad. La rehabilitación energética lo que pretende es, además de lo anterior, reducir el consumo de energía en los edificios.

El gasto de energía en los edificios se distribuye de la siguiente manera:
- climatización: 42%
- agua caliente: 26%
- consumo de los electrodomésticos: 23%
- iluminación: 9%
La rehabilitación energética permite ahorrar hasta un 20% del consumo y reducir las emisiones de CO2 en un 30%. Esto se consigue a través de dos tipos de actuaciones: las que se llevan a cabo sobre la envolvente del edificio (fachadas y cubierta) y las que afectan a sus instalaciones.

Es una buena idea aprovechar las necesidades de mantenimiento de los edificios para llevar a cabo una rehabilitación energética. Una vez metidos en obras, con un andamio instalado y los operarios entrando y saliendo, mejorar el aislamiento energético no supone un sobrecoste significativo y tiene la ventaja de la amortización del gasto de la obra en unos años.

Izquierda: aspecto original, centro: intervención en 1990, derecha: propuesta ganadora

Con toda esta reflexión pretendía presentar un ejemplo de rehabilitación energética muy interesante de Lacaton y Vassal, dos arquitectos franceses. La intervención se llevó a cabo sobre una torre construida en 1962 con elementos prefabricados, que contiene 96 viviendas y tiene una altura de 16 plantas, situada en las afueras de París. En 2002 el ayuntamiento de París había designado el barrio en el que se encuentra el edificio como un enclave que se debía someter a una mejora. En 2005 se convocó un concurso que ganaron Lacaton y Vassal junto con Druôt. 

La propuesta presentada consistía en eliminar la fachada del edificio, fruto de una intervención realizada en 1990, para incorporar unas franjas perimetrales, formadas por módulos prefabricados de tres metros de anchura, de los cuales uno se destinaba a balcón y dos a galería. Se generaba así una doble piel de paneles de cristal y de policarbonato protegida con persianas y cortinas. 

Izqda.: fachada existente, dcha.: eliminación de la fachada y sustitución por módulo prefabricado

Izqda.: planta original, dcha.: propuesta


Esta doble piel transparente proporciona a los ocupantes una conexión visual con el entorno a la vez que les aísla a nivel térmico y acústico, dejando que ellos mismos puedan regular la iluminación, temperatura y ventilación de los apartamentos. El ahorro energético que supone esta intervención es del 50% y además se incrementa la superficie de las viviendas; pasando de 8.900 a 12.460 m2. Durante el tiempo que se prolongaron las obras los vecinos no tuvieron que abandonar el edificio.

La intervención también afectó al interior del edificio para mejorar la accesibilidad a las viviendas e introdujo nuevas tipologías.

Aspecto definitivo de la galería y el balcón sobre la ciudad

En contraposición a obras de algunos arquitectos que parecen valorar únicamente la estética, Lacaton y Vassal llevan a cabo una intervención equilibrada, respetuosa con el edificio preexistente y sus usuarios, y todo ello a un bajo coste.

Todas las fotografías pertenecen a la web de Lacaton y Vassal: http://www.lacatonvassal.com/index.php?idp=56
       

viernes, 30 de marzo de 2012

Una casa en un contenedor


En la actualidad muchas personas se interesan por alternativas a la vivienda tradicional, persiguiendo abaratar costes o una mayor rapidez en la ejecución. Una opción cada vez más popular es la vivienda en contenedores marítimos, algo que ya se ha probado con éxito en otros países desde hace muchos años.

¿Qué es un contenedor marítimo?
Un contenedor es un recipiente destinado al transporte de mercancías, sea por vía terrestre, marítima o aérea. Sus dimensiones están normalizadas para poderlos apilar y desplazar con facilidad. La anchura de los contenedores es invariable, siempre 2,44 m, mientras que las longitudes más habituales son de 6,06 y 12,19 m, y las alturas 2,59 y 2,90 m. Todas estas medidas son exteriores.

Los contenedores se denominan de diferentes maneras en función de en qué cara tengan las puertas y de sus medidas. Para más información sobre este punto, recomiendo visitar este enlace.

¿Qué ventajas ofrece una vivienda en un contenedor marítimo?
- Rapidez y facilidad de ejecución. El contenedor es la estructura de la vivienda (excepto la cimentación, que siempre habrá que hacerla "in situ"), por lo que esta parte de la obra, de entrada, nos la ahorramos. Además, su facilidad para transportarlo de un lugar a otro nos permite montar los interiores de la casa en un taller y luego simplemente cargar el contenedor en un camión y llevarlo ya acabado hasta el solar. Un buen ejemplo de la rapidez con que se puede construir gracias a los contenedores lo encontramos en el barrio residencial que diseñó el arquitecto Shigeru Ban para alojar a las víctimas del terremoto de Japón de 2011:


Aspecto interior de una de las viviendas

- Economía. El precio de los contenedores marítimos de segunda mano puede estar en torno a unos 1.500 €. En internet se pueden encontrar con facilidad en páginas como ésta.

- Resistencia. Los contenedores están preparados para soportar condiciones climáticas adversas y los golpes que puedan sufrir durante su manipulación. En cuanto a la carga pueden soportar unas 28 toneladas de peso.

- Ecología. El uso de un contenedor marítimo de segunda mano como vivienda supone darle una nueva vida a un producto que ya había quedado obsoleto.

- Versatilidad. Los contenedores pueden utilizarse también como ampliaciones de viviendas preexistentes en planta o en altura, pueden ser un cobertizo o un estudio independiente, un kiosco, una caseta de obra, un pabellón de exposiciones...
Puma City, también de Shigeru Ban
¿Ofrece las mismas prestaciones un contenedor que cualquier otra vivienda?
Los contenedores se modifican para que cumplan toda la normativa aplicable a la vivienda, por lo que pueden obtener la licencia municipal preceptiva y la cédula de habitabilidad. Es necesario aislarlos a nivel térmico y acústico para que cumplan como mínimo el Código Técnico de la Edificación (CTE), pero se pueden alcanzar niveles superiores de aislamiento para incrementar el ahorro energético.

En cuanto a las posibilidades de distribución, la única peculiaridad es que se trabaja con una crujía de 2,44 m (la anchura del contenedor), que se puede doblar o triplicar uniendo contenedores. Aún así es fácil recortar la chapa de las paredes de los contenedores para comunicar o ampliar espacios.

Y para acabar, algunos ejemplos.
Container City es un conjunto residencial construido en una zona degradada de Londres. Se construyó en dos fases, la primera de 12 viviendas se acabó en sólo 15 meses:


Keetwonen es un barrio residencial para estudiantes situado en Ámsterdam:


Y por último una casa con un acabado de madera que oculta la chapa del contenedor:


Relacionado: Consulta sobre cómo legalizar una casa prefabricada

viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Cuál es el proceso para legalizar una vivienda?


La solicitud de la licencia de legalización de una vivienda o de una ampliación ilegal conlleva unos requisitos muy similares a los necesarios para ejecutar una obra nueva.

Se debe presentar al ayuntamiento un levantamiento del estado actual del edificio y un certificado de solidez realizados por un arquitecto. Estos documentos irán acompañados de una memoria en la que se justifique que la vivienda cumple con todas las normativas vigentes en el momento de la solicitud de la licencia de legalización. Si no es así, se deberán ejecutar las obras de adaptación necesarias.

Cuando hablamos de normativas vigentes, es preciso tener en cuenta que en los últimos años se ha producido un alud de nueva legislación que afecta al mundo de la construcción. Edificar obra nueva o legalizar ahora conlleva muchos más requisitos que hace diez años. La norma estatal que ha supuesto más novedades es el Código Técnico de la Edificación (CTE) y, a nivel catalán, cabe destacar el Decreto de habitabilidad de 2009.

Además de esta legislación, cabe tener en cuenta la normativa urbanística que sea de aplicación en nuestro municipio. Ésta puede limitar la superficie de la vivienda, su altura o las separaciones a lindes con vecinos, por ejemplo.

Es aconsejable consultar con un arquitecto antes de dirigirse al ayuntamiento ya que, si las obras no son legalizables y tienen menos de seis años, se puede ordenar su derribo total o parcial. 

Se trata de un tema complejo que puede presentar muchos matices. Si necesitas información adicional resolveremos dudas en los comentarios o a través del correo estudi.emearq@gmail.com .