lunes, 11 de abril de 2016

La doble vida de una cubierta

Si existe un espacio desaprovechado en la mayor parte de edificios, ése es la cubierta. Habitualmente se encuentra ocupada con instalaciones o con tendederos comunitarios que a penas nadie usa, pero a veces ni tan sólo es transitable.

Sin embargo, tenemos algunos ejemplos muy buenos de cubiertas que sí que se usan y además consiguen convertirse en un espacio lúdico en el que disfrutar al aire libre.


La Pedrera

Imagen:Steven Gerner
El primero lo conocemos todos: la azotea de la Pedrera, de Gaudí, en Barcelona. Las chimeneas, convertidas en guerreros, acompañan al visitante a lo largo de un recorrido que transcurre entre desniveles comunicados por escaleras y espacios de formas sinuosas. Por la noche se pueden disfrutar sesiones musicales y espectáculos basados en proyecciones de imágenes.


Casa Malaparte

Imagen: Sean Munson

Otro ejemplo se encuentra en la casa Malaparte, resultado de la colaboración entre su propietario, Curzio Malaparte, y el arquitecto italiano Adalberto Libera. Situada en Capri, precisamente destaca por su cubierta, formada por una gran escalinata que conduce hasta un fantástico solárium que se asoma al Mediterráneo.


Escuela infantil Fuji

Imagen: Tezuka Architects

La azotea de la escuela infantil Fuji, de Takaharu Tezuka, recuerda a la Pedrera, aunque con un diseño menos espectacular. En este caso los niños disfrutan de un espacio amplio para sus juegos, al que también llegan las copas de los árboles que ofrecen su sombra. Al mismo tiempo, la cubierta se convierte en una grada que permite a los pequeños observar lo que pasa en el espacio inferior.
El mercado de Santa Caterina, rehabilitado por Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, no tiene una cubierta transitable, pero se convierte en la fachada más vistosa del edificio (aunque sólo se puede contemplar desde arriba), gracias a su colorido trencadís y a sus formas onduladas.


La cubierta del edificio Mercè Rodoreda


Un ejemplo más reciente es la cubierta del edificio Mercè Rodoreda, de la Universitat Pompeu Fabra. Concebido como un experimento en el que colaboran la empresa EixVerd y las Universidades Politécnica de Catalunya (UPC) y la Autònoma de Barcelona (UAB), se ha convertido en un huerto urbano en el que se estudia qué sustratos resultan más adecuados para crear espacios verdes en cubiertas urbanas. Cuando esté en pleno funcionamiento será un lugar agradable en el que se podrán cultivar hortalizas o plantas aromáticas, o en el que disfrutar de un bonito jardín con vistas.


Si después de ver alguna de estas cubiertas te gustaría que te asesoráramos sobre cómo aprovechar la tuya, no tienes más que ponerte en contacto con nosotras y buscaremos la mejor opción para ti.

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